Roma es una de las ciudades más fascinantes del mundo, con una historia milenaria, una cultura rica y una gastronomía deliciosa. Pero también es una ciudad muy grande, con muchas opciones para ver y hacer, y con precios que pueden variar mucho según la temporada y la zona. Por eso, si quieres viajar a Roma sin gastar mucho dinero, pero aprovechando al máximo tu experiencia, necesitas una guía que te oriente y te dé los mejores consejos. En este artículo, te voy a contar todo lo que necesitas saber para planificar tu viaje a Roma de forma lowcost, desde qué ver y hacer, cuándo ir, cuántos días quedarte, dónde alojarte, qué alrededores visitar y qué necesitas llevar. Además, te daré algunos trucos para ahorrar dinero y evitar colas en los principales monumentos. ¿Estás listo para descubrir la Ciudad Eterna? Entonces sigue leyendo, porque al final de este artículo te voy a revelar un secreto que hará que tu viaje a Roma sea inolvidable.
Qué ver o hacer en Roma: los imprescindibles
Roma es una ciudad que tiene mucho que ofrecer, tanto si te gusta la historia, el arte, la religión o la naturaleza. Hay tantas cosas que ver y hacer en Roma que podrías pasar meses explorándola y aún así no acabarías de conocerla. Pero si tienes poco tiempo y quieres ver lo más importante, estos son los lugares que no puedes perderte:
El Coliseo: es el símbolo de Roma y el anfiteatro más grande y famoso del mundo. Fue construido en el siglo I d.C. por los emperadores Flavios y podía albergar hasta 50.000 espectadores que asistían a los espectáculos de gladiadores, animales y combates navales. El Coliseo es una obra maestra de la ingeniería romana y un testimonio de la grandeza y la crueldad del Imperio Romano. Para visitarlo, te recomiendo que compres la entrada online con antelación o que reserves una visita guiada, ya que las colas suelen ser muy largas. La entrada cuesta 16 euros e incluye también el acceso al Foro Romano y al Palatino, los otros dos sitios arqueológicos más importantes de Roma.
El Foro Romano y el Palatino: son el corazón de la antigua Roma, donde se encontraban los edificios políticos, religiosos y comerciales más importantes. Aquí podrás ver las ruinas del Templo de Saturno, el Arco de Tito, la Basílica de Majencio, el Templo de Vesta, la Casa de las Vestales, el Senado, el Arco de Septimio Severo y muchos otros monumentos que te harán viajar al pasado. El Palatino es la colina más antigua de Roma y la cuna de su fundación según la leyenda. Aquí podrás admirar los restos de las residencias imperiales, como el Palacio de Domiciano, el Estadio Palatino o el Jardín Farnesio. Para visitar estos sitios, puedes usar la misma entrada del Coliseo o reservar una visita guiada. Te aconsejo que dediques al menos medio día a explorarlos con calma y que lleves calzado cómodo, agua y sombrero.
La Fontana di Trevi: es la fuente más famosa y bonita de Roma, obra del arquitecto Nicola Salvi en el siglo XVIII. Está situada en una pequeña plaza rodeada de edificios barrocos y representa a Neptuno en un carro tirado por caballos marinos. La tradición dice que si lanzas una moneda a la fuente por encima del hombro izquierdo, volverás a Roma algún día. La fuente suele estar muy concurrida por los turistas que quieren hacerse una foto o cumplir el ritual, así que te recomiendo que vayas temprano por la mañana o por la noche, cuando está iluminada y tiene más encanto. La entrada es gratuita y no se necesita reserva.
La Piazza Navona: es una de las plazas más bellas y animadas de Roma, construida sobre el antiguo estadio de Domiciano en el siglo I d.C. En la plaza hay tres fuentes espectaculares, la más famosa es la Fontana dei Quattro Fiumi (Fuente de los Cuatro Ríos), obra de Gian Lorenzo Bernini en el siglo XVII. La fuente representa a los ríos Nilo, Ganges, Danubio y Río de la Plata, que simbolizan los cuatro continentes conocidos en esa época. En el centro de la fuente hay un obelisco egipcio y encima de él una paloma con una rama de olivo, que es el emblema de la familia Pamphili, que encargó la obra. En la plaza también se encuentra la Iglesia de Sant’Agnese in Agone, diseñada por Francesco Borromini, el rival de Bernini, y dedicada a la santa que según la leyenda fue martirizada en el estadio. La plaza es un lugar ideal para pasear, tomar un helado, ver a los artistas callejeros o visitar el Mercado de Navidad que se instala en diciembre. La entrada es gratuita y no se necesita reserva.
El Panteón: es el edificio antiguo mejor conservado de Roma y una obra maestra de la arquitectura. Fue construido en el siglo II d.C. por el emperador Adriano como templo dedicado a todos los dioses. Su característica más impresionante es su cúpula, que tiene un diámetro de 43 metros y una abertura circular en el centro llamada óculo, por donde entra la luz natural. El Panteón alberga las tumbas de algunos personajes ilustres, como el pintor Rafael, el rey Víctor Manuel II o la reina Margarita de Saboya. Para visitarlo, no hace falta reservar ni pagar entrada, pero ten en cuenta que cierra los domingos por la tarde y los días festivos religiosos.
La Plaza de España: es una de las plazas más famosas y elegantes de Roma, donde se encuentran la Escalinata que sube hasta la Iglesia de la Trinità dei Monti y la Fuente de la Barcaza, obra de Pietro Bernini, el padre de Gian Lorenzo. La escalinata tiene 135 peldaños y fue construida en el siglo XVIII para conectar la iglesia con la plaza, donde se encuentra la embajada española ante la Santa Sede. La fuente tiene forma de barcaza semihundida y se dice que se inspiró en un barco que quedó varado en la plaza tras una inundación del río Tíber. La plaza es un lugar muy popular entre los turistas y los romanos, que suelen sentarse en los escalones para descansar o charlar. La entrada es gratuita y no se necesita reserva.
Estos son solo algunos de los lugares que ver o hacer en Roma, pero hay muchos más que te sorprenderán y te enamorarán. Si quieres saber cuáles son, sigue leyendo este artículo hasta el final, porque te voy a contar cómo puedes descubrirlos todos sin gastar mucho dinero ni perder tiempo en colas. Pero antes, déjame que te dé algunos consejos sobre cuándo ir, cuántos días quedarte, dónde alojarte y qué alrededores visitar.
Cuándo ir a Roma: la mejor época para viajar
Roma es una ciudad que se puede visitar en cualquier época del año, ya que tiene un clima mediterráneo con inviernos suaves y veranos calurosos. Sin embargo, hay algunos factores que pueden influir en tu decisión de cuándo ir a Roma, como el precio, el clima, las fiestas y los eventos. Veamos cuáles son las ventajas y desventajas de cada temporada:
Primavera (marzo-mayo): es una de las mejores épocas para viajar a Roma, ya que el clima es agradable, con temperaturas que oscilan entre los 10 y los 25 grados, y las flores adornan los parques y las plazas. Además, hay menos turistas que en verano, por lo que podrás disfrutar de los monumentos con más tranquilidad y encontrar alojamiento más barato. Sin embargo, ten en cuenta que en esta época se celebran algunas fiestas importantes, como la Semana Santa, el Día de la Liberación (25 de abril) o el Día del Trabajo (1 de mayo), que pueden provocar aglomeraciones, cierres y subidas de precios.
Verano (junio-agosto): es la época más popular para viajar a Roma, pero también la más cara y concurrida. El clima es muy caluroso y húmedo, con temperaturas que superan los 30 grados y a veces los 40. Los monumentos están abarrotados de turistas y las colas son interminables. El alojamiento es más caro y escaso, por lo que conviene reservar con mucha antelación. Sin embargo, el verano también tiene sus ventajas, como la posibilidad de disfrutar de las noches romanas, con espectáculos al aire libre, conciertos, cine y museos abiertos hasta tarde. Además, hay algunas fiestas interesantes, como el Día de San Pedro y San Pablo (29 de junio), el Día de la República (2 de junio) o la Fiesta de Noantri (mediados de julio), que animan las calles con procesiones, fuegos artificiales y mercadillos.
Otoño (septiembre-noviembre): es otra buena época para viajar a Roma, ya que el clima se vuelve más fresco y agradable, con temperaturas que rondan los 20 grados. Los turistas empiezan a disminuir y los precios bajan un poco. Además, el otoño es una estación ideal para disfrutar de los colores y los sabores de la naturaleza romana, con frutas como las uvas, las castañas o los caquis. También hay algunos eventos culturales interesantes, como el Festival Internacional de Cine (octubre-noviembre) o el Jazz Festival (noviembre).
Invierno (diciembre-febrero): es la época más fría y lluviosa para viajar a Roma, pero también la más barata y tranquila. El clima es templado, con temperaturas que rara vez bajan de los 5 grados y nieve ocasional. Los monumentos están menos concurridos y las colas son más cortas. El alojamiento es más económico y fácil de encontrar. Además, el invierno tiene su encanto especial, con la iluminación navideña, los belenes, los mercados y la celebración del Año Nuevo y del Carnaval. También hay algunas fiestas religiosas importantes, como la Navidad, la Epifanía (6 de enero) o la Candelaria (2 de febrero), que atraen a muchos peregrinos.
Como ves, cada época tiene sus pros y sus contras para viajar a Roma. Lo importante es que elijas la que mejor se adapte a tus preferencias y presupuesto. Y recuerda que sea cuando sea que vayas a Roma, siempre encontrarás algo que te sorprenda y te emocione.
Cuántos días quedarse en Roma: el tiempo ideal para verlo todo
Roma es una ciudad tan grande y variada que se podría pasar una vida entera explorándola y aún así no acabar de verlo todo. Pero si tienes que elegir un tiempo limitado para visitarla, ¿cuántos días serían los ideales? La respuesta depende de lo que quieras ver y hacer, pero aquí te doy una orientación general:
Un día: si solo tienes un día para ver Roma, tendrás que en los lugares más emblemáticos y cercanos entre sí, como el Coliseo, el Foro Romano, el Palatino, el Panteón y la Fontana di Trevi. También podrías añadir la Plaza de España o la Piazza Navona, si te queda tiempo. Será un día muy intenso y agotador, pero al menos te llevarás una impresión general de la ciudad.
Dos días: si tienes dos días para ver Roma, podrás ampliar un poco más tu recorrido y visitar algunos lugares más alejados del centro, como el Vaticano, donde podrás ver la Basílica de San Pedro, los Museos Vaticanos y la Capilla Sixtina. También podrías ir a la Plaza del Popolo, donde se encuentran las Iglesias Gemelas y el Pincio, un mirador con unas vistas espectaculares. Otra opción es visitar el Trastevere, el barrio más bohemio y pintoresco de Roma, donde podrás pasear por sus calles empedradas, ver la Basílica de Santa María in Trastevere y probar la comida típica romana en alguno de sus restaurantes.
Tres días: si tienes tres días para ver Roma, podrás profundizar más en su historia y su cultura y visitar algunos lugares menos conocidos pero igual de interesantes, como las Termas de Caracalla, unas ruinas de unos baños públicos romanos del siglo III d.C., el Aventino, una de las siete colinas de Roma, donde podrás ver la Basílica de Santa Sabina, el Jardín de los Naranjos y el famoso Agujero de la Cerradura, desde donde se ve la cúpula de San Pedro. También podrías ir a la Villa Borghese, un parque enorme con varios museos, como la Galería Borghese, donde podrás admirar obras maestras de artistas como Bernini, Caravaggio o Rafael.
Cuatro días o más: si tienes cuatro días o más para ver Roma, podrás disfrutar de la ciudad con más calma y visitar algunos lugares que se encuentran fuera del centro histórico, como la Basílica de San Juan de Letrán, la catedral de Roma y una de las cuatro basílicas mayores, el Parque de la Appia Antica, donde podrás caminar por la antigua vía romana que conectaba Roma con el sur de Italia y ver algunos monumentos como las Catacumbas o el Acueducto Claudio. También podrías aprovechar para hacer alguna excursión a los alrededores de Roma, como a la ciudad de Ostia Antica, el antiguo puerto romano que conserva unas ruinas impresionantes, o a la ciudad de Tivoli, donde podrás visitar dos villas espectaculares: la Villa Adriana, la residencia del emperador Adriano, y la Villa d’Este, una obra maestra del Renacimiento con unos jardines y fuentes increíbles.
Como ves, hay mucho que ver y hacer en Roma, y el tiempo que necesites dependerá de tus gustos e intereses. Lo importante es que planifiques bien tu itinerario y que reserves con antelación las entradas a los monumentos más populares, para evitar colas y ahorrar dinero. Y si quieres saber cómo puedes hacerlo, sigue leyendo este artículo hasta el final, porque te voy a dar algunos consejos prácticos para viajar a Roma de forma lowcost. Pero antes, déjame que te diga dónde alojarte en Roma sin gastar mucho dinero ni renunciar a la comodidad.
Dónde alojarse en Roma: las mejores zonas y opciones para dormir barato
Roma es una ciudad muy grande y con muchas zonas diferentes para alojarse, cada una con sus ventajas y desventajas. Elegir dónde dormir en Roma puede ser una decisión difícil, ya que depende de varios factores, como el precio, la ubicación, el transporte, la seguridad y el ambiente. Para ayudarte a decidir, te voy a dar algunas recomendaciones sobre las mejores zonas y opciones para alojarte en Roma de forma lowcost, sin gastar mucho dinero ni renunciar a la comodidad.
Centro histórico: es la zona más céntrica y turística de Roma, donde se encuentran la mayoría de los monumentos y lugares de interés. Alojarse aquí tiene la ventaja de que podrás ir caminando a casi todos los sitios y disfrutar del ambiente y la belleza de la ciudad. Sin embargo, también tiene sus inconvenientes, como el precio, que suele ser el más alto de toda Roma, la escasez de alojamiento, que hace que sea difícil encontrar disponibilidad y variedad, y el ruido, que puede ser molesto por la noche. Dentro del centro histórico, hay varias zonas donde puedes buscar alojamiento, como la Plaza Navona, la Fontana di Trevi, el Panteón o el Campo de’ Fiori. Algunas opciones de alojamiento lowcost en esta zona son los hostales, los bed and breakfast o los apartamentos turísticos.
Termini: es la zona donde se encuentra la estación central de trenes y autobuses de Roma, que conecta con el aeropuerto y con otras ciudades italianas. Alojarse aquí tiene la ventaja de que tendrás un fácil acceso al transporte público y podrás moverte por Roma con rapidez y comodidad. Además, es una zona con mucha oferta de alojamiento, que suele ser más barato y variado que en el centro histórico. Sin embargo, también tiene sus desventajas, como la ubicación, que está un poco alejada de los principales monumentos y lugares de interés, la seguridad, que puede ser un problema por la noche o en algunas calles más oscuras o sucias, y el ambiente, que puede ser menos atractivo y auténtico que en otras zonas. Algunas opciones de alojamiento lowcost en esta zona son los hoteles, los hostales o los bed and breakfast.
Monti: es una zona situada entre el Coliseo y Termini, que se caracteriza por su ambiente bohemio y alternativo. Alojarse aquí tiene la ventaja de que estarás cerca de algunos monumentos importantes, como el Coliseo, el Foro Romano o el Palatino, y podrás disfrutar de una zona con mucho encanto y personalidad. Además, es una zona con una buena oferta de alojamiento, que suele ser más económico y original que en otras zonas más turísticas. Sin embargo, también tiene sus inconvenientes, como el transporte público, que puede ser menos frecuente o cómodo que en otras zonas más céntricas o cercanas a Termini, y el ruido, que puede ser molesto por la noche o en algunas calles más animadas o concurridas. Algunas opciones de alojamiento lowcost en esta zona son los hostales, los bed and breakfast o los apartamentos turísticos.
Trastevere: es una zona situada al otro lado del río Tíber, que se caracteriza por su ambiente pintoresco y animado. Alojarse aquí tiene la ventaja de que podrás vivir una experiencia auténtica y divertida en uno de los barrios más típicos y populares de Roma. Además, es una zona con una buena oferta gastronómica, donde podrás probar la comida tradicional romana a buen precio. Sin embargo, también tiene sus desventajas, como la ubicación, que está un poco alejada del centro histórico y de algunos monumentos importantes, el transporte público, que puede ser menos frecuente o cómodo que en otras zonas más céntricas o cercanas a Termini, y el ruido, que puede ser molesto por la noche o en algunas calles más animadas o concurridas. Algunas opciones de alojamiento lowcost en esta zona son los hostales, los bed and breakfast o los apartamentos turísticos.
Estas son solo algunas de las zonas donde puedes alojarte en Roma, pero hay muchas más que puedes explorar y comparar. Lo importante es que elijas la que mejor se adapte a tus necesidades y presupuesto. Y recuerda que sea donde sea que te alojes en Roma, siempre encontrarás algo que te sorprenda y te emocione.
Ya te he contado qué ver o hacer en Roma, cuándo ir, cuántos días quedarte y dónde alojarte. Pero aún me queda algo muy importante que decirte: cómo puedes viajar a Roma de forma lowcost, sin gastar mucho dinero ni perder tiempo en colas. ¿Quieres saber cómo? Entonces sigue leyendo este artículo hasta el final, porque te voy a revelar un secreto que hará que tu viaje a Roma sea inolvidable.
Cómo viajar a Roma de forma lowcost: el secreto para ahorrar dinero y evitar colas
Roma es una ciudad maravillosa, pero también puede ser muy cara y concurrida. Si quieres viajar a Roma sin gastar mucho dinero ni perder tiempo en colas, necesitas conocer un secreto que te voy a revelar ahora mismo: la Roma Pass.
La Roma Pass es una tarjeta turística que te permite acceder a más de 30 museos y monumentos de Roma, incluyendo los más importantes, como el Coliseo, el Foro Romano, el Palatino, los Museos Capitolinos o la Galería Borghese. Además, te permite usar el transporte público de forma ilimitada, incluyendo los autobuses, los tranvías, el metro y los trenes urbanos. Y por si fuera poco, te ofrece otros beneficios, como descuentos en otros sitios de interés, espectáculos, tiendas y restaurantes.
La Roma Pass tiene dos modalidades: la de 48 horas, que cuesta 28 euros, y la de 72 horas, que cuesta 38,50 euros. Con ambas modalidades, podrás entrar gratis a los dos primeros sitios que visites (o al primero si eliges la de 48 horas) y obtener un descuento en los siguientes. También podrás saltarte las colas en algunos sitios, como el Coliseo o los Museos Capitolinos.
La Roma Pass se puede comprar online en la página web oficial, en las oficinas de turismo de Roma, en algunos puntos de venta autorizados o en las máquinas expendedoras de algunas estaciones de metro. La tarjeta se activa cuando la usas por primera vez y tiene una validez de 48 o 72 horas consecutivas según la modalidad que elijas.
La Roma Pass es una opción muy conveniente y económica para viajar a Roma de forma lowcost, ya que te permite ahorrar dinero y tiempo en las entradas y el transporte. Además, te permite descubrir algunos lugares que quizás no hubieras visitado por tu cuenta, como la Centrale Montemartini, un antiguo centro eléctrico convertido en museo, donde se exhiben esculturas romanas junto a máquinas industriales, o el Planetario y Museo Astronómico, donde podrás aprender sobre el universo y ver las estrellas desde una cúpula gigante.
La Roma Pass es el secreto que hará que tu viaje a Roma sea inolvidable. Con ella podrás ver lo mejor de la Ciudad Eterna sin gastar mucho dinero ni perder tiempo en colas. ¿A qué esperas para conseguirla? ¡No te arrepentirás!
Espero que este artículo te haya gustado y te haya servido para planificar tu viaje a Roma de forma lowcost. Si tienes alguna duda o sugerencia, puedes dejar un comentario abajo o contactarme por email. Y si quieres leer más artículos sobre viajes lowcost, puedes suscribirte al blog o seguirme en las redes sociales. ¡Hasta pronto! 😊